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La Psicología Detrás de los Crímenes de Odio

Por INSPIRA, 25 febrero 2021


Cada año, miles de personas son víctimas de crímenes de odio, crímenes basados en intolerancia y prejuicios que aterrorizan a las personas por ser quienes son o lo que creen.

¿Qué motiva a alguien a participar en este tipo de violencia llena de odio? A un año del asesinato de Alexa, la mujer transgenero que fue asesinada en Puerto Rico, el caso continúa sin resolverse y los asesinos siguen sueltos. Las razones por este crimen son complejas y multifacéticas. Conoce más acerca de los crímenes de odio y la psicología detrás de ellos.


Qué es un crimen de odio

Según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), un crimen de odio es un crimen violento destinado a dañar o intimidar a una o varias personas, incluyendo dañar sus bienes, debido a su raza, etnia, orientación sexual, género, identidad de género, discapacidad, religión u otro estatus de grupo minoritario.


Por qué las personas comente crímenes de odio

Según la Asociación Americana de Psicología, "los crímenes de odio son una forma extrema de prejuicio".


Este prejuicio puede llevar a las personas a devaluar a otros de los que saben muy poco, especialmente si se sienten que su sustento o forma de vida está siendo amenazado por ello (incluso cuando esto no está justificado por la realidad).


Del mismo modo, señalan que los delincuentes no están necesariamente motivados por el odio, sino que pueden estar temerosos o enojados. En última instancia, estos sentimientos pueden llevarlos a deshumanizar grupos desconocidos de personas y atacarlos con agresión.


Asumen que saben cómo es la persona y nunca los ven realmente parte de su grupo. En consecuencia, estas suposiciones junto con prejuicios y estereotipos pueden convertirse en los fundamentos de un crímen de odio.


Factores motivadores de los crímenes de odio

Cuando se trata de entender la psicología detrás de los crímenes de odio, las agencias policiales como el FBI a menudo citan un estudio realizado por los sociólogos Jack McDevitt y Jack Levin.


En su estudio, McDevitt y Levin identificaron cuatro motivaciones principales de las personas que cometen crímenes de odio. Estos factores motivadores incluyen:

  • Impulsividad

  • Defensiva

  • Represalias

  • Comportamientos guiados por una misión


Aquí hay una mirada más de cerca a cada factor motivador:

Impulsividad

Impulsados por una necesidad desequilibrada de excitación y drama, estos delincuentes son a menudo personas que buscan causar problemas. Muchas veces, no hay ninguna razón real para sus crímenes. Simplemente están interesados en la avalancha de emoción que obtienen al causar estragos en la vida de los demás, especialmente aquellos que no pueden defenderse.


Por esta razón, gravitan hacia personas que son más vulnerables debido a su raza, identidad sexual, género o origen religioso. También suelen creer que a la sociedad no le importa lo que les pase a estas personas. Incluso pueden creer que otros aplaudirán sus ataques contra las víctimas.


Cuando se trata de delincuentes guiados por la impulsividad, los estereotipos y prejuicios el 90% de los casos, aquellos que cometen este tipo de crímenes ni tan siquiera conocen a sus víctimas.


Defensivos

Cuando se trata de delincuentes defensivos, estos atacantes se ven a sí mismos defendiendo algo importante para ellos, como sus comunidades, sus lugares de trabajo, su religión o su país. A diferencia de los impulsivos que atacan a sus víctimas por casualidad y sin previo aviso, los delincuentes defensivos atacan y victimizan a personas específicas.


En cambio, se sienten que sus acciones son justificadas. También creen que la mayoría de la sociedad apoya lo que hacen, pero tiene demasiado miedo de actuar. Estos ataques representan el 25% de los crímenes de odio cometidos cada año.


Represarios

Motivados por la venganza, estos delincuentes a menudo están motivados por algo que sucedió en sus vidas. O fueron víctimas o fueron testigos de un incidente relacionado con el odio o el terrorismo y ese ha sido el catalizador de su crimen.


Además, a menudo actúan solos y se dirigen solamenta a quienes ellos consideran los delincuentes originales y sus aliados. Por ejemplo, la víctima del crimen puede ser cualquier persona de la misma raza o religión que aquellos a quienes el asesino culpa, pero que no tuvieron nada que ver con el crimen original.


Con ataques de represalia, los delincuentes actúan en respuesta a un crimen real o percibido, cometido contra sí mismos u otros. Estos ataques representan el 8% de los crímenes de odio cometidos cada año.


Un ejemplo de delincuentes de represalia podría verse después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos donde los crímenes de odio contra árabes y musulmanes aumentaron exponencialmente.


Guiados por una misión

Si bien este tipo de delito son menos común — representando sólo el 1% de los crímenes de odio cometidos cada año — a menudo es el más violento. Estos delincuentes hacen una carrera de su odio y a menudo escriben extensamente sobre sus sentimientos. También suelen tener planes elaborados y premeditados de ataque.


Las personas que cometen estos crímenes a menudo están conectadas con grupos que comparten sus puntos de vista y se ven a sí mismos como unidos por una raza, religión o causa política. Su objetivo es librar una guerra contra sus percibidos enemigos.


En general, los delincuentes con misión escriben largos manifiestos, visitan sitios web de odio que apoyan sus puntos de vista y están dispuestos a viajar con el fin de dirigir su ataque a personas en sitios o lugares específicos. Debido a que estos delincuentes creen que el sistema está amañado en su contra, se sienten justificados en atacar a personas inocentes.


Sus crímenes a menudo se parecen mucho al terrorismo.


Pensamiento final

Desafortunadamente, el odio es prevalente a nivel mundial. Pero no tiene que ser así. Puedes ayudar a poner fin a los crímenes de odio, al hablar en contra de prejuicios y estereotipos. Después de todo, entenderse y apreciarse mutuamente como individuos — en lugar de deshumanizar a las personas — es el primer paso para poner fin al odio en este país.


Las investigaciones también sugieren que el apoyo social y de seres queridos, así como las habilidades constructivas para hacerle frente a este tipo de situación, podría ayudar a combatir algunos de los efectos del estigma que enfrentan las personas victimas de algún crimen de odio y sus familiares.


Artículo traducido de: verywellmind


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