Por INSPIRA, 10 de septiembre de 2020
Todo el mundo se siente triste, especialmente cuando se tiene que lidiar a diario con las presiones de la escuela, trabajo y familia. Sin embargo, para algunas personas esta tristeza y angustia simplemente no desaparecen por lo cual hasta los problemas más pequeños parecen ser difíciles de manejar.
La depresión puede contribuir a un bajo estado de ánimo. Alguien con síntomas severos de depresión tales como dolor emocional, desmotivación e irritabilidad, puede comenzar a desarrollar pensamientos suicidas.
Una forma equivocada de pensar es que las personas que hablan del suicidio nunca llegan a hacerlo. Sin embargo, esto no es verdad. Cualquier persona es propensa a intentarlo, lo hable o no.
Otras señales de advertencia de que alguien está enfrentándose a pensamientos suicidas incluyen:
Hablar sobre el suicidio o la muerte en general, por ejemplo, hacer afirmaciones tales como: «voy a matarme», «quisiera estar muerto» o «desearía no haber nacido»
Obtener los medios para atentar contra su propia vida, como comprar un arma o almacenar píldoras
Hablar acerca de “partir”. Regalar sus pertenencias o dejar sus asuntos en orden cuando no existen motivos lógicos para hacerlo.
Hablar de sentirse desesperanzado o culpable.
Apartarse de los amigos o la familia, perder interés de salir y un constante deseo de estar solo.
Despedirse de las personas como si la despedida fuera definitiva
Desinterés de participar en actividades que solía disfrutar.
Tener problemas para concentrarse o pensar con claridad.
Experimentar cambios en los hábitos de alimentación o sueño
Iniciar un comportamiento autodestructivo (por ejemplo: beber alcohol, consumir drogas, o conducir demasiado rápido)
Sentir desesperanza o impotencia ante una situación
A veces, tenemos la capacidad de identificar cuando un amigo está atravesando por un momento difícil. Talvez, como resultado de un evento específico como ruptura de una relación amorosa, la muerte de un ser querido o bullying. Otras veces, será mucho más difícil. Incluso, es posible que tengas miedo de actuar para luego darte cuenta que estabas equivocado.
Si el comportamiento o las cosas que dice alguien te hacen pensar que esta podría tener tendencias suicidas, es muy probable que esta persona esté pasando por un problema importante, aunque no necesariamente esté considerando el suicidio en ese momento.
¿Qué puedes hacer?
Si un amigo o un ser querido está pensando en suicidarse, necesita tu ayuda, incluso si el suicidio no es un peligro inmediato. Además de animarlo a atenderse con un proveedor de salud mental, puedes hacer lo siguiente:
Preguntar
Si tienes un amigo o ser querido que está hablando del suicidio o mostrando otras señales de alerta no esperes a que este comience a sentirse mejor por si solo. Habla con el/ella al respecto. La mayoría de las veces, aquellas personas que están considerando suicidarse, están dispuestas a hablar sobre ello si alguien demuestra que le importa y le preocupa. Por ende, preguntas es siempre algo bueno.
Iniciar una conversación con alguien que tiene pensamientos suicidas ayuda significativamente. Primero te permite ayudarlo a buscar ayuda profesional. Segundo, el solo hecho de hablar al respecto puede ayudar a la persona a sentirse menos sola y comprendida por alguien que le importa. Tercero, hablar puede abrir la oportunidad para que la persona entienda que existen otras posible soluciones.
Aveces iniciar la conversación puede ser difícil. En ese caso podrías consider decirle algo como: “He notado que tú has estado hablando mucho acerca de querer estar muerto. ¿Has estado teniendo pensamientos acerca de matarte?”
Escucha
Practica la escucha activa. Escucha a tu amigo(a) sin juzgar dale la seguridad de que estás ahí porque el/ella es importante para tí. Si tienes sospecha de que ese ser querido esta en peligro inmediato, mantente cerca de el/ella y asegúrate que no se quede solo(a). Trata de superar todo sentimiento de frustración e incomodidad en el proceso ya que es importante que la persona se sienta totalmente conectada con otros.
Cuenta lo que has escuchado
No importa si le has jurado a tu amigo o ser querido que guardarías su secreto, busca ayuda. Tan pronto como sea posible, comparte tu preocupación con un adulto cercano a la persona y acude a un profesional de salud mental para ayuda.
Después del suicidio
Algunas veces, aun con tu ayuda y la ayuda de un profesional una persona puede intentar suicidarse o morir como consecuencia de un acto suicida. Cuando esto sucede es muy común experimentar una variedad de emociones tales como: tristeza, culpabilidad, temor y enfado. Si estás teniendo dificultad manejando la pérdida de un amigo habla con un profesional de la salud mental.
Fuentes de referencia:
En INSPIRA contamos con psicólogos y psiquiatras acreditados. Capacitados para atender toda condición de salud mental y niveles de severidad.
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