Por INSPIRA, 4 de diciembre de 2020
Aprender a sintonizarnos con nuestras emociones y las de los demás nos puede ayudar a desbloquear un nivel completamente nuevo de bienestar. A continuación, le indicamos cómo hacerlo.
La inteligencia emocional (IE) es la capacidad para identificar nuestras propias emociones y manejarlas de manera efectiva. También denota nuestra capacidad para reconocer y responder a las emociones de los demás. La IE está relacionada con la neuroplasticidad de nuestro cerebro, lo que significa que podemos desarrollarla, y con la práctica contínua, podemos crear cambios y establecer conexiones que nos permitan estar más en sintonía con nosotros mismos y con los demás. Entonces ¿cómo podemos desarrollar nuestra IE?
A continuación, te compartimos 5 consejos de nuestos expertos:
1. Siente curiosidad por lo que estás sintiendo:
En lugar de ser tu propio crítico, siente curiosidad por lo que estas sintiendo y por qué. A menudo, reaccionamos a los comportamientos en vez de detenernos por un momento para evaluar las emociones que están detrás de ese comportamiento. Un ejemplo simple sería: tu pareja llega a la casa y cierra la puerta; es posible que te enojes con el portazo en vez de pensar en el motivo detrás del comportamiento ¿tal vez tuvo un mal día en el trabajo? Si tienemos curiosidad por la causa detrás del comportamiento, podemos entenderlo mejor antes de juzgarlo.
2. Nombra tus emociones:
Una vez que sientas curiosidad, es posible que comiences a notar más tus emociones y de dónde provienen. Desarrollar la capacidad para reconocer nuestras emociones aumenta nuestra Inteligencia Emocional. Entonces, un día podrías pensar para tí: "no puedo" o "soy un fracaso". Estas expresiones no son emociones. Cuando notas esto, puedes darte cuenta de que en realidad te estás sintiendo triste o decepcionado por que no pudiste obtener los resultados deseados en un proyecto del trabajo o la escuela. Nombrar tus emociones te da la habilidad de entenderlas mejor para que entonces te puedas mover a tomar acción.
Si no logras identificar la causa de tus emociones, hablar con un terapéuta te puede ayudar. Este te hará analizar mejor las situación y encontrar una posible causa.
3. Siéntate con tus emociones:
A veces, cuando no identificamos conscientemente nuestras emociones, respodemos a ellas inconscientemente; una reacción común es adormecerlas. Esto se suele hacer de muchas maneras: alcohol, drogas, exceso de trabajo, entretenimiento. Pero si logras sentarte y trabajar sobre ellas, puedes tomar acción para lidear con la raíz del problema. Por ejemplo, reconocer que te estás sintiendo solo, te ayuda a tomar la acción de llamar a un amigo o familiar para tener esa conexión humana que tanto estás extrañando. Esto, en lugar de recurrir a un maratón de películas en Netflix que te dejará sintiéndote insatisfecho al final del día.
Una nota importante sobre el adormecimiento emocional: Recuerda que no podrás ser selectivo con las emociones que deseas adormecer. En otras palabras, si adormeces las emociones negativas (dolor, angustia, decepción) automáticamente adormecerás las emociones positivas (felicidad, amor, pertenencia) lo que conduce a un vacío emocional, espiritual y mental.
4. Crea empatía:
Una vez seas conscientes de tus propias emociones, es muy probable que empieces a notar las emociones de los demás. Ser capaz de reconocer y nombrar las emociones de los demas te dará la oportunidad de cambiar las reglas del juego y construir relaciones más auténticas y de confianza en el hogar y en el trabajo. Ver más allá del comportamiento y las emociones ayudará a que las personas se sientan vistas y comprendidas por tí.
Importante: Nunca presumas saber por completo cómo se siente la otra persona. De hecho, nunca podrás realmente saberlo, pues cada situación se experimenta de manera distinta, pero cuando logras nombrar tus emociones y una persona te dice: "eso me entristece", puedes reconocer mejor lo que está sintiendo y ser más empático(a) con él/ella.
5. Reflexiona sobre tus emociones
Cuando nos aborda una emoción, puede ser difícil practicar la curiosidad y nombrarla. Por lo tanto, para desarrollar la IE, puede ser útil reflexionar sobre tu día, y escribir las emociones que experimentastes y por qué. Esto te dará una base de evidencia más sólida que solo pensar en ellas. Date cuenta de cuándo sentiste una emoción particular y ponle un nombre (felicidad, tristeza, enojo, pena). Con la práctica, podrás mejorar tu percepción de las emociónes que surgen antes de que te abrumes o tomes una acción sobre ella que luego vayas a lamentar. Para obtener más apoyo y comprensión de tus emociones, hablar con un profesional de salud mental te puede ayudar.
Encuentra consejeros, psicólogos y psiquiatras disponibles en INSPIRA para terapias en persona y por telemedicina que te puedan ayudar a sintonizar mejor con tus emociones.
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